viernes, 7 de diciembre de 2007

Basta

"Si crees que eres libre es que aún no has volado lo suficiente para encontrarte con tus rejas"

Esta frase la leí no hace mucho en un blog en el que se hablaba de la vivienda, de como ha pasado de ser un derecho a convertirse en un privilegio.
Pero la verdad es que leyendo la frase me vienen muchas cosas a la cabeza. Yo creía que era libre y me he chocado con las rejas en más de una ocasión.
No, peor aún, me he chocado con mis propias rejas. Yo las construí. Y no fui consciente hasta darme con ellas de cabeza.
Me encanta la sensación de libertad. Sobretodo la que te da vivir en un sitio que no sientes como tu casa.
Caminar por unas calles desconocidas que poco a poco se van volviendo familiares, decorar una habitación de nunca con tus cosas de siempre, aprender a defenderte en un idioma que no es el tuyo, esforzarte...
En definitiva, sentirte vivo a cada cosa cotidiana que hagas. Sentir que comprar el pan ha sido un paso hacia adelante. Que haber entendido una pregunta que te han hecho en la calle y hayas sabido contestar te provoque una sonrisa de satisfacción, que camines por la calle, mires a la gente y pienses: Todo lo que he conseguido en este país ha sido gracias a mí. Me siento vivo, me siento fuerte.... me siento libre.
Es una sensación indescriptible. Los que la han vivido saben muy bien de qué hablo. Mientras vives en otro sitio vives plenamente, vives el día a día, intentas aprovechar al máximo porque eres más consciente que todo eso se acabará. No tienes las preocupaciones de cuando tienes tu vida establecida, no tienes los problemas de una rutina.

Mientras, tu mente, ha aparcado la vida "real", la que retomarás cuando acabe tu aventura. La que contiene todas las preocupaciones. Y la ha cerrado bajo llave, para que nada te impida disfrutar al 100% la experiencia que has decidido vivir.

Esto deberíamos poder hacerlo siempre. Conseguir disfrutar cada día 100% y no caer en una monotonía que nos ciega, nos hace confundir los días entre ellos y pasar todo un año esperando 20 días en agosto.
Este tipo de vida que nos hace comportarnos como autómatas y no tener ilusión.

A lo largo de mis viajes he conocido mucha gente. Gente muy diferente entre sí pero con un mismo consejo: "No te quedes nunca con algo pendiente por hacer"
Así que decidí tomar el consejo y hacer de él mi lema: Nunca digas "ojalá hubiera hecho" sino "lo hice".
No quiero quedarme con las ganas de hacer realidad mis sueños, de dirigir mi vida.
Tengo fuerza para eso y para mucho más.

jueves, 29 de noviembre de 2007

...

Ven, ven a ver quién demonios está por ahí...
Yo no sé quién me sigue en la oscuridad.
No, no veo bien, si me vuelvo se esconde otra vez..
Quién será? Qué querrá ahora de mí.....
Quiero correr pero no se separa de mí...siempre ahí, no se va, qué buscará...?

No, no tendré la gran suerte conmigo esta vez
No podré, no sabré enfrentarme a él.
Quién puede ser...
Creo que lo sé....


... se parece tanto a ti...

jueves, 22 de noviembre de 2007

Recuerdo....

.... cuando salía pronto de trabajar y me iba al pueblo más cercano de casa en autobús para comprar guisantes crudos.
... cuando mis compañeros de trabajo suecos organizaban fiestas en sus casas y todos aportábamos algo.
... cuando me tocaba trabajar de noche y "cogíamos prestados" postres sobrantes para comérnoslos escondidos en la cantina.
... cuando a la adorable Kate se le quemaban las tostadas.
... cuando mis queridos housemates cocinaban con esas salsas austríacas tan raras.
... cuando mi amiga dejaba los zapatos enmedio de la puerta al entrar en casa y todos los que llegaban después se tropezaban.
... cuando me compré un cuadro de los hermanos Grimm en una Charity Shop.
... cuando llamé un día al trabajo para decir que estaba enferma y me fui al zoo.
... cuando fui a patinar sobre hielo con tejanos.
... cuando fuimos a un restaurante de tapas con toda la ilusión del mundo y no tenían tortilla de patatas.
... cuando me bebía esos mega-batidos naturales de chocolate blanco, tan espesos que casi no pasaban por la pajita.
... cuando adopté una ovejita en la "Bear-Factory" y la cosieron delante mío.
... cuando fui a ver Jeepers Creepers 2 sólo porque la hacían justamente a la hora que llegué al cine.
... cuando fui a Londres dos días antes de Navidad, y nevó.
... cuando hicimos una fiesta en una casa donde no se repetía ni una sola nacionalidad.
... cuando le llevé a un cliente una "Special Marriott Burger" y al llegar me di cuenta que dentro del pan no estaba la hamburguesa.
... cuando intentaba que me gustaran todos los cereales y la leche sola.
... cuando un día me desperté a las 8 sin saber si era por la mañana o por la noche y como me dio tanto corte preguntar esperé a ver si se hacía de día.
... cuando me puse mala por comer rape en mal estado.
... cuando ningún amigo hablaba mi idioma.
... cuando mi única preocupación era encontrar un adaptador de 3 clavijas.

Pero también recuerdo... que se me debe olvidar recordar.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Tú que tienes?

Bueno. Vale. Sí. Estoy de acuerdo. Totalmente de acuerdo. 100%. Si empiezo un blog, tengo que seguirlo. Si hago que os toméis la molestia de hacer click en mi link, debería agradecerlo de alguna manera. Y en estas circunstancias, me temo que la más factible es escribir (o como lo llamaría yo en uno de mis arranques originopsicóticos, vomitar letras y hacérselas comer a otros).

Pero escribir no es tan fácil eh? A veces se atragantan las letras, otras veces simplemente soy demasiado vaga como para sentarme delante de una silla y tocar teclitas. Y que conste que ese es el único esfuerzo, porque está claro que lo que voy a escribir no me lo invento, lo leo directamente de mi cerebro (que a su vez ha sido escrito por mi inconsciente, al que aún no tengo el placer de conocer).
En qué empleará su tiempo el inconsciente? Trabaja siempre? Trabaja para mí? Le pago lo suficiente? O quizá empezará una huelga en breve... Ais, hay tantas cosas que me gustaría preguntarle... Como por ejemplo qué veo cuando no miro. O qué digo cuando no hablo. Pero me temo que me quedaré con la duda...Total, he vivido con ella hasta ahora y sigo aquí.

Escribir también lleva su tiempo. "Su tiempo" es una expresión tan corta como falsa. El tiempo no puede ir acompañado de un posesivo porque nadie lo tiene, no? O lo tenemos todos? O nos tiene él?
Argh, tener, tener, tener....Tengo ansia de tener... todo el mundo tiene cosas y no tiene nada... porque la nada no se puede tener. Porque la nada es nada.

Pero luego hay otras veces en las que me apetece mucho ponerme a soltar frases. Es entonces, en esos momentos de lucidez, que me preparo torpemente, superorgullosa de mí misma, de mi capacidad de decisión, de mi poder expresivo, de mi imaginación novata, cojo aire, respiro hondo, pongo las manos en posición, miro la pantalla y... oh! Dónde han ido las letras?Ah sí, que las tenía que poner yo! Pero bueno, en qué estaría pensando?Um... bueno, ya lo haré después...

Total, tengo tiempo.

jueves, 25 de octubre de 2007

Apunte RENFE

Ah!! Que se me olvidaba comentar una anécdota sin importancia que pasó hará mes o mes y algo... (cuando aún había tren).
Pues resulta que nos subimos en el tren en el Prat, un día lluvioso muy lluvioso camino de Bcn y de repente el tren se queda parado y completamente apagado en la vía, a medio camino entre el Prat y Bellvitge. Hasta aquí todo normal, nada extraño.
Lo raro vino un poco después, cuando pasó un tren por la vía de al lado en dirección contraria. De repente era como si tuviéramos fuegos artificiales en el vagón. Con explosiones incorporadas y todo! Caía una lluvia de chispas desde el cableado de encima de las vías y todos nos mirábamos como diciendo: no, esto no es normal (y mira que hemos visto de todo ya).
Así que nada, todos allí metidos, esperando a ver que pasaba... y no pasaba nada. El conductor nos juntó a todos en los primeros vagones (sin decirnos una palabra de lo que pasaba, por supuestísimo) y cada vez llovía más fuerte. Hasta que al final hubo una explosión tan grande que la gente saltó de los asientos y un hombre abrió las puertas a la fuerza y saltó fuera del tren. El resto esperamos a ver que pasaba... y ya aburridos (como 1h después) saltamos también y fuimos andando por el barrizal de al lado de la vía, mojándonos que daba gusto hasta Bellvitge, que estaba a una media horita o así a pie.
Al día siguiente nos enteramos que fue una catenaria que había caído encima del tren.
Por cierto, aún estoy quitando el barro de mis botas...

RENFE II Parte : O_O

Uf... ahora no sé ni como empezar. Creo que con un PERO BUENO!!!!!!!!!!!!! estaría bien... acorde con la situación, no?
Cuando publiqué el otro post ni por un momento se me ocurrió que pudiera pasar lo que está pasando. Es como... como el fin del mundo en el mundo trenil ö
A ver, por partes (como dijo Jack). Primero nos cortan la línea. Hasta ahí bien. Luego, a partir de ese momento es como un sueño... así borroso, como una pesadilla más bien. Nos ponen buses que salen de otro punto diferente al del tren, con lo cual hay que salir antes de casa para llegar hasta ese punto. Y claro, el bus tarda casi el doble de lo que tardaba el tren, con lo cual hay que salir un poco antes de un poco antes. Y todo esto sin contar que los pobres buseros de toda España que han mandado para la causa no saben ni donde están, con lo cual hay que salir un poco antes de un poco antes de un poco antes.. que antes.
Así, en plan ejemplo práctico: salgo de casa 20 minutos antes que antes y llego a trabajar 45 minutos tarde. Es decir, el camino de mi casa al trabajo ha pasado de ser de 45 minutos a ser de 1h y 45 minutos. Aish... Santa paciencia la nuestra. No me quiero imaginar si esto pasa en otro sitio de España (no miro a nadie xD).
Y luego claro está viene la combinación con nuestro bus de empresa. Si no llegas a la hora justa que tiene de salida toca esperar... de 15 a 30 minutos más.
Todo esto ha llevado a tráfico a tener que cortar un carril de la autovía, para dar paso a tanta avalancha de buses. No quiero ni preguntar a los privilegiados del coche como se han tomado esta medida. Si es que cada uno ve lo suyo...
Apf.

jueves, 4 de octubre de 2007

Cuando llegan estas fechas siempre empiezo a plantearme la misma duda.... "Qué hago en Navidad?" La verdad es que cada año intento hacer algo bueno, algo digno de recordar, memorable, la mejor Navidad de mi vida.... pero luego al final siempre es una Navidad igual a las anteriores.
Primero está el dilema de... dónde ceno en Nochebuena? Porque sí, está claro que es una noche para pasarla en familia, pero seamos realistas... a quién le gusta realmente ver a la abuela comiendo polvorones y a tu madre viendo actuaciones en la 1? A nadie! Entonces claro, pienso cena familiar + salir de fiesta. El problema de salir en noches como esa es que sale lo peorcito, los que se reservan todo el año para salir esa noche. Y encima, con un gorrito de Papa Noël y un matasuegras. Vamos, todo un espectáculo...
El día de Navidad en sí puede ser dos cosas: el día bueno o el día malo.
Consideramos día bueno cuando la comida toca en una casa que no es la tuya, con lo cual puedes escabullirte a la primera de cambio y tienes a tus padres entretenidos para todo el día en una casa ajena. (Y tu casa para ti solito). También es día bueno si tienes la suerte de ser hijo de padres inteligentes y te dan los regalos este día, para que puedas disfrutarlos el resto de vacaciones.
Ahora, eso sí, como sea día malo... viene completito. La comida es en tu casa, con lo cual a las 12, cuando llevas solo unas 4 horas durmiendo, empiezan a entrar por la rendija de la puerta de tu habitación unos aromas...a marisco... unos olores a pescao... que si no la echaste por la noche la echas ahora. Y por si fuera poco a la 1 tienes que estar impecable, vestido, peinado y con la mesa puesta esperando a los invitados (que comerán, merendará, y cenarán en tu casa, por supuesto).
Argh.
Luego viene el día 26, día de San Esteban. Típico día rancio que si lo sacáramos del calendario nadie lo notaría. (Bueno sí, la parte de familia a la que le toca hacer la comida familiar ese día en su casa.) Pero por lo demás... Te levantas con resaca, está todo cerrado y comes los restos de la comida-merienda-cena de Navidad. Argh II.

Pero eso sí. Nada de esto es comparable al protagonista de las Navidades. Ese día 31 de cuenta atrás, cuando la gente prepara su búnquer con toda clase de provisiones atracando supermercados, desvalijando bodegas, como si realmente se acabara el mundo en vez del año.
El ambiente es tenso, la gente se mira como si fuera la última vez y se felicita (Se felicita?!?!) y se besa!!
Esa noche ves de todo. Vayamos por partes:
La cena: Aparentemente es una cena normal. Todo el mundo, come, grita, habla, come, come grita, bebe, bebe, bebe y ríe (así, por ese orden). Peeero cuando ves que se va acercando el momento de la verdad... el momento del cambio de año... ves que la situación se vuelve tensa. Como nerviosa, más bien. La abuela saca las uvas, que previamente ha separado en grupitos de 12 y ha metido en bolsitas transparentes con un lacito de raso. Rosa. Ah! Y con las bolsitas de los más pequeños y la suya propia marcadas, sin piel ni piñones. Las reparte por la mesa... cuando aún falta media hora para las campanadas. El abuelo sieeeempre tiene que abrir la bolsita antes de tiempo y perder una. Es igual de tradicional que ver a Ramón y Ana.
Y conforme más se acerca la hora más histerismo hay en el comedor. Más "Shh.. que empieza!Que no!Qué sí! Calla!" se escucha alrededor... Hasta que finalmente... empiezan los cuartos. Y mi abuelo empieza con ellos...
Post-cena: Besos, abrazos, que felices somos y como nos queremos. Bleh.
Fiesta: Si en navidad sale Papa- Noël aquí salen hasta los renos. Por Dios, el lema de la noche es: Muere y deja morir. Sin comentarios.

El día 1 es como el 26 pero con el añadido de tener colgada en el corcho de la habitación la lista de "Propósitos para el nuevo año" al lado de un gorrito y una serpentina. Y un tazo que te dio algún flipado la noche anterior con Ronaldinho en versión Pokemon.

Y bueno, el día 6.... es el día de empalme. Después de pasarte toda la noche montando los juguetitos de tus hermanos pequeños tienes que poner cara de sorpresa sujetándote las ojeras cuando se levantan :D

En fin... ya veré que hago.... París es una buena opción, no?

miércoles, 3 de octubre de 2007

El maravilloso mundo de la RENFE

Peripecias de ir en cercanías de RENFE en Barcelona, capítulo I:

Caso 1:

Típico día que se te han pegado las sábanas (mentira cochina, todo el mundo sabe que los que nos quedamos pegados somos nosotros a ellas) y llegas corriendo saltando abuelas y esquivando sonámbulos a la estación, pasas volando la taquilla, bajas de un sólo salto las escaleras al andén número 5, el de siempre, y cuando estás abajo escuchas.... "Aeropuerto, vía 1.... Aeroport, vía 1.... The airport, platform 1". Entonces claro, respiras hondo, tomas aire de nuevo, intentas adelantar haciendo contorsionismos a toda la marabunta de gente que va a cambiar de andén (que por si fuera poco llevan maletas!) y suuuuuuuubes las escaleras mecánicas como alma que lleva el diablo, cruzas la estación dando zancadas y te plantas triunfante en la Vía 1, el primero, sí señor. Y apenas transcurridos unos segundos escuchas otra vez la voz enlatada "Aeropuerto, vía 5... Aeroport, vía 5...The airport, platform 5". Y claro, piensas que es una broma, y esperas que la misma voz diga algo como "Os he pillado eh?" Pero no. Esperas y esperas... y no esperas más porque toda la gente que se ha mudado contigo está aún a medio camino de las escaleras obstruyendo el paso y bastante tienes con esquivarlos y buscar los huecos (vamos, haces un perfeccionamiento de tetris + serpiente de nokia que no veas).
Y finaaaaaalmeeeeente cuando consigues llegar otra vez a la vía 5, pasando por delante de toda la gente sentada (por cierto, que hace esa gente tanto tiempo siempre ahí sentada?) que presencia un partido de tenis humano y bajas a la vía, el tren está pitando a punto de irse.
A veces creo que es una especie de filtración para evitar las aglomeraciones.
"Los más rápidos serán los primeros". O algo así.

Caso 2:
Véase caso 1 pero cambiando de vía 6 veces (fuimos perfeccionando la técnica del caso 1 y ya no surtía efecto).

Caso 3:
Los orientadores informativos que ponen primero deberían aprender a orientarse ellos mismos. Que alguna vez que le he preguntado algo a alguno de ellos se ha puesto a girar sobre el mismo eje (sus pies) buscando que se yo en la lejanía. que te dan ganas de decirle: "Perdone, que las vías son hacia el otro lado" y consultando después una especie de dossier informativo con la letra tamaño 2 y lleno de parábolas, hoja por hoja y recorrido por recorrido hasta que al final te dicen: "Sí señorita, vía 4, ha salido hace 5 minutos"
-- Sin comentarios --

Caso 4:
Nada más entrar en la estación escuchas: "Cancelado el servicio con destino Aeropuerto (atención que ahora viene lo mejor:) por causas ajenas a la empresa" --> Oo Vaya! Qué habrán hecho los de Iberdrola esta vez?! ¬¬
Y luego añaden: "Un autobús estacionado fuera realizará el mismo recorrido".
Entonces se produce la siguiente conversación con uno de los orientadores informativos:
- Em.. perdona, el bus este del aeropuerto para también en el Prat?
(Orientador da un giro de 90º, mira dentro de su dossier y dice): - Em... no, sólo para en el aeropuerto.
- Vaya, entonces cómo puedo ir al Prat?
- Pues no sé... hay que esperar a que se restablezca el servicio
-
(Es que me he quedado sin palabras)
- Bien.... gracias. Ya no sé que decirle a mi jefe por llegar tarde. No tendrás un apartado de excusas en el dossier también, no? ...

En fins....

Caso 5:
Cuando te recuerdan que puedes reclamar tu billete por retraso. Bien!!! Llego media hora tarde, pierdo el enlace con el bus, me descuentan el retraso de la nómina, mi jefe me mira mal (como si hubiera salido de fiesta), pero.......... me devuelven un billete sencillo si espero una cola de 50 personas en la estación de destino! :D No es fabuloso?
Deberíamos patentar la frase en el registro de frases célebres: RENFE, soluciones para todos.

Y bueno, otro día sigo... que capítulos no me faltarán.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Demasiado vieja para... vivir?

A veces me planteo esa pregunta.. si se me estará pasando el arroz para todo lo que quiero hacer antes de estabilizarme.
Es decir.. claro que quiero parar quieta en algún lado alguna vez. La pregunta es... lo quiero ya? Y la respuesta lucha por salir desde lo más dentro de mí... fuerte y firme: NO.

A lo largo de todos mis viajes he conocido mucha gente que se ha cansado de repetirme hasta la saciedad: "ojalá hubiera hecho yo esto que estás haciendo cuando pude...". Lo dicen con ojos opacos y un ligero chirriar de dientes. Y si lo piensas fríamente.. las cosas hay que hacerlas cuando se tiene la oportunidad.
Yo tengo una especie de lema, que es "Nunca digas ojalá hubiera... sino lo hice!" No quiero que se me quede nada en ganas, sino en pasado vivido.

Pido mucho? Quizá... pero es mi vida y sólo tengo una. Que hay veces que la gente parece olvidarlo. Y una vez haya hecho todos mis "ojalás" ya puedo morirme.. en paz.

Cabe una vida en una maleta?

Claro que cabe.. es más, yo lo recomiendo de vez en cuando. Mete en una maleta todo lo que consideres esencial, imagina que debes irte a vivir a otro lugar y sólo puedes llevarte una maleta. En qué nos basamos para hacer la selección? En el fondo lo sabemos... lo sabemos perfectamente.

Recuerdo cuando me volví de UK a España después de casi un año y medio allí. En ese tiempo se acumulan muchas cosas.. más de las que crees. Un par de días antes de venirme hice la maleta. Una maleta y una bolsa de viaje, nada más. Metí lo esencial y el resto.. lo vendí, lo regalé. Lo que había ido recopilando durante todo ese tiempo y que formaba parte de mi vida diaria en realidad no lo necesitaba. La tv, el dvd, cuadros, el equipo de música, ropa...

Al fin volví a España. Con mi maleta y mi bolsa. Llegué a un piso en Mallorca, un piso vacío. Saqué mis pocas pertenencias y las esparcí por la habitación. Pasé de tenerlo todo a no tener nada en un día. Y sabéis qué? No se me borró la sonrisa de la cara en todo el tiempo. Y la sonrisa es lo único que no cabe en una maleta ;)